EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERA VENCIDO

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Había una vez un pueblecito, en el cual sus habitantes eran muy felices porque tenían muchas cosas con las que olvidar que los campos se estaban secando y que las tierras que toda la vida habían sido muy fértiles, eran grandes extensiones áridas, en las que ya no crecía ni la mala hierba. Pero a ellos no les importaba, porque en sus casas, habían instalado un maravilloso aire acondicionado que los mantenía la mar de fresquitos y una tele de plasma (que no tenían ni puta idea lo que significaba, pero sonaba muy bien) con un montón de canales de las televisiones del mundo. Además tomaban café con la cafetera “nexpresso” que habían visto que el tío ese que salía en urgencias la anunciaba por la tele y hacia el café en un momento, con un sabor increíble. Pero eso no era todo, habían comprado un robot de cocina, el cual hacía solo la comida, meter los ingredientes darle a un botón y sanseacabó. Las mujeres del pueblo estaban encantadas, por fin había llegado la igualdad para la mujer, ahora tenían secadoras y lavavajillas, por lo que cuando se juntaban todas, hablaban sobre la vista que tenían en sus patios sin los tendederos de cuerdas que habían pasado a la historia y se reían a carcajadas recordando cuando usaban “Fairy” para limpiar los platos, “que tiempos aquellos”, dicen todas con un suspiro.
Además están encantados con las nuevas generaciones, acostumbrados a que sus hijos e hijas se quedaran solterones y se marcharan del pueblo por un futuro mejor, ahora están la mar de entretenidos chateando con sus ordenadores, (a más de uno le costo mucho trabado el aprender que chatear no era tomar chatos de vino). La Enriqueta, que tenia a su hijo Rufino, esta encantada de que su hijo se ha echado una novia americana, aunque no la entiende muy bien porque Rufino el inglés no lo domina muy bien, bueno la verdad es que no tiene ni pajolera idea, pero su niño esta encantado con la novia yankee. El le ha prometido que en cuanto la mula tenga las crías que esta esperando ira a verla para conocer a la familia.
Santiago, era el único habitante del pueblo al cual esta epidemia no le había afectado y veía incrédulo todo lo que allí estaba ocurriendo, así que decidió tomar cartas en el asunto y hablar con el alcalde para que pusiera una solución. Pero este nunca estaba, ya que su mujer le había regalado una video consola wii para ponerlo en forma y no había forma de que se apartara de la televisión en todo el día.
Santiago se fue a dar un paseo por los campos a despejar su cabeza y pensar en que solución podía tomar, cuando de pronto en la salida del pueblo vio algo que le hizo sonreír. Allí estaba la caseta donde estaba el cuadro general de la luz, así que decidió quitar los fusibles y así que provocar que la gente saliese a la calle, respirase aire puro y viese como estaban los campos.
Santiago regreso al pueblo sintiéndose muy orgulloso, cuando vio a todos en la plaza principal del pueblo y ya que había sido él el que tomo esa decisión tan importante y había sacado a todo el pueblo del trance en el que estaban inmersos, se subió encima de una tarima que allí había y explico a todo el pueblo como estaban sus campos, los recursos que estaban perdiendo porque no habían ido a trabajarlos, los animales que se estaban quedando sin alimentos y las despensas que estaban casi vacías.
Santiago vio como el pueblo empezaba a cuchichear entre ellos, por fin ese pueblo iba a despertar, el pueblo era inteligente y tomaría las medidas oportunas.

Ese día el pueblo despertó, soluciono su problema como solo la gente inteligente puede hacer y esa noche Santiago murió ahorcado en la plaza del pueblo, con un cartel que decía:
“EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERA VENCIDO”


LO QUE SE SIEMBRA

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Esa relación ya no empezaba bien, su primera cita y ya lo había fastidiado quedando a las diez de la mañana, cuando el no madrugaba nunca tanto. Menuda idea tan mala. Pero haría el esfuerzo, esa chica le gustaba realmente, y estaba dispuesto a dejar de lado algún caprichito, solo por ella.
Se levanto vestido, siempre lo hacía, menos los miércoles y domingos que se cambiaba de ropa, pero era martes y ya tenía una cosa menos que hacer.
Entro en el cuarto de baño, se sentía muy orgulloso por lo ordenado y limpio que estaba todo; su madre hacía una semana que lo había dejado nuevo, y ya lo decía él, “no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia”.
Saco un botellín de whisky que tenía en un armario que utilizaba para guardar trastos, se echo un buche a la boca y escupió en la pica del lavabo, salpicando todo el cristal.
Lleno sus manos de colonia “nenuco” (era la única que le gustaba) y emborracho su pelo, su ropa, las axilas, e incluso volcó unos centilitros, dentro de sus calzoncillos, que le provocaron un escozor que hizo que soltase un par de gritos.
Cuando bajo a la calle se coloco las gafas de sol, para que los rayos del sol, no le destrozasen la vista. Nunca salía hasta que el sol no se hubiera escondido, y la mala ostia se estaba adueñando de él, demasiado estaba haciendo por una chica.
Paro en el tasca que tenía debajo de casa, necesitaba alguna ayuda, para acudir a su cita.
-Hombre Josete, venditos los ojos que te ven a estas horas- Dijo Ángel, el dueño del bar.
-Ya tío, hazme una foto, porque no me vas a ver más- le contestó - Ponme un carajillo de anís del mono.
Después de tomárselo, pidió otro, el alcohol siempre le daba seguridad en si mismo, y quería impresionar a aquella chica.
-Josete, ¿no serás tu el que apesta a colonia de crío, no?- dijo Ángel, tapándose la nariz y poniendo cara de asco.
-No me jodas Ángel, que es muy temprano.- Miró el reloj, llegaba media hora tarde, así que se dio la vuelta y se marchó- Luego me paso para pagarte,¡y deja de echar ambientador cabrón, que no huele tan mal!
Había quedado en una cafetería que no le quedaba muy lejos de su casa. Por fin la iba a conocer en persona, después de dos semanas que llevaba chateando con ella. Esa página para encontrar pareja había dado sus frutos, y esa chica le había llegado al corazón, nada más verla.
Cuando llego a la cafetería vio que estaba vacía, en ninguna mesa había nadie, Tan solo una señora mayor que estaba tomándose un cortado en la barra.
Se acerco a la barra y le preguntó a la camarera.
-Perdona, ¿Sabes si ha estado aquí una chica, en la mesa del fondo, con un pañuelo rojo en el cuello?
-¿Eres Josete?-le respondió la camarera, con un sonrisa perversa en sus labios.
-Sí- respondió el extrañado
-Han dejado esto para ti- le dio un sobre blanco, que ponía “Para Josete, con cariño”
Lo abrió y leyó su contenido.
“Querido Josete
Vaya chasco ¿no?, que gilipollas eres. ¿Te dije que me vengaría por aquel día que me dijiste que era una zorra? ¿No era lo suficiente mujer para ti? ¿Mi coeficiente era bastante simple, verdad? ¿Necesitabas una mujer inteligente a tu lado?
Pedazo de mierda, lo que se siembra se recoge.
Sonia”

Josete se puso rojo como un tomate, las venas del cuello empezaban a hinchársele, los ojos se le inyectaron en sangre. Dio un golpe encima de la barra y se marchó dando un portazo que hizo retumbar todo el local.
-Que pestazo a colonia de niño ¿no?- dijo la abuelita que tomaba el cortado, a la camarera.

ATRACO SINCRONIZADO

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Todo había salido mal, aún después de haber repasado el plan cientos de veces y tener estudiado hasta el mínimo detalle del funcionamiento de aquel banco.
Diez de la mañana. El enlace que tenían dentro del banco, les había dado todo lo necesario para que todo saliese rodado. Primero y más importante, la caja fuerte donde guardaban todo el dinero se abría dos veces al día, una vez a las diez y otra a las doce. Ellos decidieron coger la primera por el tema de la huida, sabían que el tráfico a esas horas era mucho más fluido que más tarde.
El uniforme, el típico pasamontañas comprado en los chinos. Tal y como estaba el precio de las medias, preferían ser más económicos. Ya tendrían tiempo para el derroche.
Las pistolas, 9mm parabellum, que les trajo el chino. No quisieron preguntar de donde las había conseguido, para no buscarse problemas, además de este tipo se podían esperan cualquier cosa, pero también sabían que más discreto que él no había nadie. El chino les comento que este modelo en la última semana iba que volaba, tenía varios encargos.
El plan era sencillo, el Robert, se quedaba en la puerta con el motor del coche en marcha. El José y el Junior, entraban agarraban la pasta y se iban sin más. Nada de tiros, tan solo en caso de defensa, pero sabían que no había ningún vigilante en ese banco.
Aparcaron el coche en doble fila, no iba a ser nada sospechoso porque habían dos más allí aparcados con los intermitentes de emergencia.
Se desearon suerte, y se recordaron los tres la vida que se iban a pegar después de ese atraco, para que la motivación fuese mayor. Los tres habían trabajado en la misma empresa toda la vida, hasta que la regularización de empleo los había dejado en la calle.
José y Junior, salieron del coche colocándose el pasamontañas y el Robert, controlaba los retrovisores por si venía la pasma. No era una calle muy transitable, así que el banco era ideal para el propósito.
El José y el Junior cruzaron la cera, abrieron la puerta y cuando se disponían a pegar el grito para que todo el mundo supiese lo que había, se encontraron a cuatro personas más con las capuchas y pistola en mano. Hubo un momento de crisis, de tensión todo el mundo encañonaba a todo el mundo, sin saber muy bien que estaba pasando.
-¿Quién coño sois?- Preguntó José nervioso.
-¿Y vosotros?- dijo uno de los que ya estaban dentro.
José se quedo paralizado al oír la voz que salía del interior de aquel pasamontañas.
-¿Angelillo?- dijo José.
-¿José?-le dijo el otro con voz de sorprendido.
-No digáis nombres cojones.-Dijo un tercero
-¿Qué coño hacéis aquí?
-¿Y vosotros?
El José y el Junior, empezaron a temblar, se miraron y vieron que aquello había sido un fracaso.
- Será mejor que nos vayamos, menuda mierda – dijo José mientras todos dejaban de encañonarse.
Salieron dando un portazo. Detrás les siguieron el resto de encapuchados que allí se encontraban.
Se montaron cada uno en sus coches y se marcharon.
La gente del banco no sabía ni que había ocurrido, todos se quedaron en silencio sin saber como reaccionar.
Llegaron al barrio y entraron al bar donde se juntaban siempre. Detrás de ellos entraron seis hombres más.
-Hijos de puta, nos habéis jodido el atraco- Dijo el Robert, le habían contado lo sucedido en el coche.
-Nos la habéis jodido vosotros a nosotros- Le dijo el Angelillo- Vaya mierda, por vuestra culpa.
Los seis pidieron cerveza y se lamentaron, por la mierda día que habían tenido, y por la mierda empresa que los había dejado en el paro a todos.

POBRE IMBECIL

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¿Te ríes de mí por ser puta? ¿Te creés mejor que yo? Estoy orgullosa de mi y de cómo me gano la vida, mientras tu no lo estas ni siquiera de tu propia mujer y tienes que venir a buscar el placer que yo te doy. Te veo cuando vas en tu coche con tu querida esposa, y sueltas algún comentario ridículo sobre mí y ambos reís pensando en los desgraciados que se pararán conmigo,¿crees que no he observado ese detalle? Lo que ella no sabe es que tú eres uno de ellos, ¿a que no le has dicho nada? Bueno, ni se lo imagina, ella que es tan sumisa y tan cariñosa contigo, que te espera en su casita con la cena hecha mientras tu le llamas para decirle que tienes una reunión y llegarás tarde. Ella que se hace la dormida por que cada día le gusta menos que la toques, ¿Qué te crees que cada día le duele la cabeza?.
Como cambian los discursos que sueltas en tu casa delante de tus hijos, sobre inmigración y prostitución, y el que luego tienes con tus amigotes (subnormales como tú) en el bar, cuando estáis todos juntitos los viernes por la tarde y comentáis lo buena que esta la negra que hay en el Puticlub que soléis frecuentar, ¿verdad?
Además ¿por qué me cuentas tu vida cada vez que me vienes a buscar? ¿Tus amigos no te escuchan? Chico aquí, ven, córrete y vete, que no soy el saco de lágrimas de nadie, y menos para escuchar una vida tan patética como la tuya.
Y eso que me dijiste el otro día de “me gusta follarte con esa faldilla de colegiala” ¿Eso no tiene un nombre? ¿Te suena la palabra “pedófilo”? ¿No puede ser que tengas una desviación sexual? Que sepas que si alguna vez me enterara de que has tocado a un niño, te mordería la polla hasta arrancártela, así que miratelo antes de que sea tarde. Sabes Imbécil, no voy a perder más tiempo contigo así que voy a terminar, yo ganó pasta contigo por aguantarte diez minutos (no puedes mucho más) todo el que te conoce te aguanta gratis, pobrecillos.

Señoritos venidos a menos

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Conozco a más de uno que hace tres o cuatro años vieron la oportunidad de forrarse sin la necesidad de hacer mucho esfuerzo, solo tenían que ponerse por su cuenta y crear su propia empresa. Personalmente no lo veo mal, creía que era una forma de que los grandes empresarios vieran que el trabajador también puede tener su propia iniciativa y poder trabajar para ellos sin necesidad de llenarles los bolsillos a estos. El problema vino cuando el obrero cambio su mentalidad de obrero por la de señorito venido a más. Lo primero que hacían era cambiar su coche sencillo que les valía para llevar a la familia, por el carro más potente que hubiese en el escaparate. Después dejaban de preocuparse por el trabajo, tenían una colla de inmigrantes que trabajaban duramente mientras ellos chupaban los culos de los directores de los bancos para seguir solicitando nuevos prestamos para seguir ampliando su negocio. Y luego tenían que preocuparse de no solo serlo sino también parecer lo, gente que hasta ahora solía vestir con las camisas que sus mujeres le compraban en el rastro o en las ofertas de dos por uno, pasaban a llevar polos lacoste, ralph lauren o esos llamativos con el caballo gigantesco en el sitio del logo (creo que la marca es Martina) y que les daba más pinta de mamporreros que de cualquier otra cosa. Ya estaba, con esa combinación habían conseguido dejar de ser humildes trabajadores y se habían convertido en el empresario cabrón y especulador, para el que llevaban tanto tiempo trabajando. Sus hijos dejaban de ir a colegios públicos para empezar a ir a colegios de pago, y es que claro “como iban a mezclarse con los inmigrantes, los hijos de sus empleados”. Sus mujeres empezaban a visitar frecuentemente peluquerías ( de una vez al mes a dos veces por semana), gimnasios y spas y así ser las señoras que siempre habían soñado que serían.
Todo estuvo muy bien, y se podría acabar diciendo fueron felices y comieron perdices, pero las perdices se ha substituido por las marcas blancas, los coches que tanto gustaban lucir los han mal vendido para poder hacer frente a las deudas, y el colegio de pago, en verano paso a ser de nuevo el colegio del barrio al que habían estado yendo toda la vida.
Culpan a un gobierno de izquierda, y tienen claro que lo castigarán en las próximas elecciones con la derecha por que ellos si que miran por los empresarios. Culpan a los inmigrantes que tienen montones de ventajas de las cuales ellos no pueden disfrutar sin recordar que cuando ellos eran jefes estos eran los que le hacían enriquecerse. Culpan a los bancos que ya no les quieren, y que aunque les chupen el culo al dire, no les va a dar un duro. Dicen el “menuda locura los precios de los pisos” ahora que les vuelve a costar trabajo pagar la hipoteca que tienen. Y culpan a todo lo que se mueve sin pararse a pensar que no hay nada más tonto que un obrero de derechas y que ellos son los mayores culpables de todo esto, son los que han sacado buena tajada de esta situación que no podía acabar de otra forma. Menuda panda de...
Y por cierto Zapatero hasta los 67 que curre tu padre.
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