Menuda noche la de aquel año

Abrió los ojos y dio un salto al ver donde había pasado la noche. Estaba desnudo en una habitación de hotel. Vio las llaves encima de la mesita de noche, “Pensión Lola”
Intentó poner al día su mente y recordar lo que había hecho la noche anterior. Recordaba que vinieron David y Jorge a buscarlo, tocaba cena de chicos. Estuvieron cenando algo en la tasca del Ángel. Recordaba que empezaron a beber sangría como locos, y también recordaba las copas de whisky después del café.
Luego salieron y fueron a la discoteca aquella que habían comentado que era el sitio de moda de la ciudad en esos momentos. Hacía años que no salía y no estaba muy puesto en el tema de salir de marcha, así que el iría a donde le llevasen. Allí fueron varias las copas que cayeron, más que varias fueron demasiadas. Se recordaba con los colegas pidiendo el taxi y hay acababa su memoria y empezaba el vacío mental, hasta encontrarse en aquella habitación que una vez que la hubo visto bien, vio que era el lugar más cutre en el que había estado jamás.
Escucho un silbido, había alguien en el cuarto de baño, se estaba duchando. Y empezó la culpabilidad, el acojone de no recordar lo que había pasado aquella noche, se acordó de su mujer, ella que estaba tan confiada en casa pensando en lo bien que se lo estaría pasando el marido tan responsable que tenía.
Estaba pensando sobre que hacer, cuando escucho cerrar, el grifo de la ducha, y hay fue cuando le empezó el temblereque de las piernas.
-¿Qué tal noche has pasado mi amor?
Era un chico, un chico que podía medir tranquilamente dos metros de altura, un chico con cuerpo atlético que salía de ducharse y le preguntaba por como había pasado la noche.
Ni contestó, dio un salto de la cama y tapándose las vergüenzas empezó a vestirse rápidamente.
-¡Esto no ha podido pasar! ¡No puede ser verdad!- Era tanta la prisa con la que se estaba vistiendo, que no se puso tan solo el pantalón y la camiseta.
-Pero cariño,¿Qué te pasa?-Le pregunto el musculitos, mientras intentaba abrazarlo.
-¡No me toques coño!-Cogió sus zapatos, abrió la puerta y salio dando un portazo que hizo retumbar hasta los cristales.
Se abrió el armario de la habitación y salieron David y Jorge, riéndose como no lo había hecho en su vida.
-Hijo puta como corría, pasale el video que has grabado y ya nos descojonamos del todo.

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